Durante ciertas épocas geológicas caracterizadas por condiciones climáticas favorables, el petróleo se componía inicialmente de materia orgánica proveniente de plantas y animales que crecían y se reproducían en abundancia. A medida que estos organismos pasaban por sus ciclos de crecimiento y extinción, la materia orgánica enterrada se descomponía lentamente, convirtiéndose en los combustibles fósiles que tenemos hoy en día: petróleo, gas, carbón y bitumen. El petróleo, gas y bitumen estaban diseminados en los sedimentos (generalmente lutitas ricas en arcilla).
En la actualidad la localización de de hidrocarburos ha estado en constante evolución dependiendo de la exactitud de los diversos métodos para su localización, entre ellos destacan el método sismológico, gravimétrico y registros geofísicos , los cuales debido a su precisión para la detección de formaciones e identificación de los diversos tipos de roca han facilitado a los geólogos la identificación de la era geológica en la cual se encuentra el yacimiento de hidrocarburo próximo a ser explotado.
Marco conceptual


El petróleo no es más que la descomposición y mezcla homogénea de los organismos vegetales, animales, etc, depositados en grandes cantidades en zonas lacustres o en el fondo del mar, pasando por una transformación química por factores de temperatura, presión convirtiéndose primero en betún a hidrocarburos cada vez más ligeros, este proceso dura millones de años, así que por lo consiguiente el petróleo se integro desde la primera existencia de vida que fue en la era cámbrica.
Precámbrico:
+Era geológica más antigua (hace más de 30 millones de años) que abarca todos los tiempos anteriores al primario, y terreno correspondiente a esta.
Paleozoico:
Esta era empezó hace unos 750 millones de años y terminó hace unos 250 millones de años aproximadamente. La evolución de la vida puede investigarse gracias a los restos fósiles encontrados en los estratos de rocas. A comienzos del paleozoico, los continentes se asentaban principalmente en al sur del ecuador y fueron aceptados por las glaciaciones.
Mesozoico:
Esta era se puede caracterizar como la era de los reptiles gigantes, ya que su apogeo se produjo en ella. Las primeras aves y mamíferos aparecieron también durante esta era, a menudo es considerada la más interesante para el estudio de la geología y la paleontología.
El principal cambio en el movimiento continental fue la degradación del supercontinente Pangea; América del Norte se separo de África, y América del Sur y la India se separaron con la Antártida. Mientras que Europa siguió desplazándose hacia el Norte. (Abajo un pterosaurio que vivió en la etapa del mesozoico)
Cenozoico:
Última, y más breve de explicar, era geológica; comenzó hace unos 65 millones de años y llega hasta nuestros días. Se subdivide en terciario y cuaternario. Al describir las características del terciario se emplean los nombres de los periodos más cortos en los que éste se subdivide: paleoceno, eoceno, oligoceno, mioceno y plioceno
Cuaternario:
Comenzó cuando finalizó el período terciario, hace 1,64 millones de años, y comprende hasta nuestros días. El cuaternario se divide en Pleistoceno, la primera y más larga parte del período que incluye los periodos glaciales, y época postglacial, también llamada holoceno que llega hasta nuestros días.

Durante la era terciaria en el fondo de los mares se acumularon restos de peces, invertebrados y, probablemente, algas, quedando sepultadas por la arena y las arcillas sedimentadas. Las descomposiciones provocadas por microorganismos, acentuadas por altas presiones y elevadas temperaturas posteriores, dieron origen a hidrocarburos. Al comenzar la era cuaternaria los movimientos orogénicos convulsionaron la corteza terrestre y configuraron nuevas montañas, la cordillera de los Andes entre ellas. Los estratos sedimentarios se plegaron y el petróleo migró a través de las rocas porosas, como las areniscas, hasta ser detenido por anticlinales, pliegues con forma de A mayúscula, y por fallas que interrumpieron la continuidad de los estratos.
El yacimiento no debe imaginarse como un gran "lago" subterráneo. El petróleo ocupa los intersticios de rocas sedimentarias muy porosas, acompañado habitualmente de gas natural y de agua salada.
Localización de cuencas petrolíferas.
El hallazgo de yacimientos de petróleo no es obra librada al azar y obedece a una tarea científicamente organizada, que se planifica con mucha antelación. Instrumental de alta precisión y técnicos especializados deben ser trasladados a regiones a menudo deshabitadas, en el desierto o en la selva, obligando a construir caminos y sistemas de comunicación, disponer de helicópteros, instalar campamentos y laboratorios, etc. Los estudios realizados se desarrollan según el siguiente ordenamiento:
· Relevamiento geográfico, que incluye la aerofotografía.
· Relevamiento geológico para identificar terrenos sedimentarios con posibilidad de contener petróleo.
Aplicación de métodos geofísicos: Con gravitómetros se mide la aceleración de gravedad terrestre: g, que disminuye ligeramente donde hay petróleo de menor densidad que las rocas que le rodean. Con magnetómetros se aprecian variaciones del campo magnético. También hay determinaciones de conductividad eléctrica del terreno. Y, finalmente, se detecta con sismógrafos las ondas sísmicas provocadas por la detonación de cargas explosivas. Todos estos procedimientos son concurrentes y permiten determinar la dirección, extensión e inclinación de los estratos presuntivamente petrolíferos.
Perforaciones de prueba: Las muestras de rocas tomadas a distintas profundidades son analizadas química y geológicamente. La Argentina no solamente explora su territorio sino que gracias a una plataforma móvil semisumergible, cuyo costo fue de 200 millones de dólares, ha iniciado el estudio del lecho marino en la desembocadura del río de la Plata y en el golfo de San Jorge (Chubut). En promedio se demora diez años y se invierte un ingente capital antes de decidir si la explotación puede ser afrontada con relativo éxito.
Para tener la certeza de haber encontrado un yacimiento de hidrocarburos es indispensable realizar estudios geofísicos para la confirmación de estos mismos lo cuales consisten en una serie de mediciones o registros geofísicos, obtenida por una sonda con varios sensores o antenas transmisoras y receptoras que se introduce en una perforación de barreno para determinar las curvas de cada parámetro que se desea conocer. Con esta técnica se obtiene a diferentes profundidades los parámetros físicos de la formación. Se lleva a cabo para determinar las características físicas de las rocas, de los fluidos que la saturan y de las propiedades de la construcción del pozo.


Con estos datos se determina la litología, su resistividad real, la densidad volumétrica, su geometría, porosidad y permeabilidad para poder definir los intervalos donde se encuentran las capas productoras.